A pesar de la tormenta, sus majestades recorrieron las calles del municipio lanzando una lluvia de caramelos
Laura Velasco – Otura
El cielo de Otura se empieza a encapotar. Sólo faltan 10 minutos para que el Almacén de los Ajos abra sus puertas y deje paso a la Estrella de Oriente, la primera de las carrozas que seguirán el recorrido de la Cabalgata de Reyes.
Cientos de niños y familias se aglomeran a la espera, todos preparados con grandes bolsas en las que depositar los dulces y caramelos que lancen Melchor, Gaspar y Baltasar junto con sus pajes y ayudantes.
Dentro del almacén se preparan los últimos detalles: algunos pajes se colocan bien los gorros de los trajes; las carrozas llenan todas sus cajas de caramelos, y los más rezagados ocupan sus sitios.
Las puertas se abren, las risas y los gritos de los pequeños llamando a los Reyes se escuchan a lo largo de la calle, y la lluvia no espera. Los paraguas se abren y sus majestades tienen que optar por tomar el camino más corto. Un pequeño recorrido en el que tirar el máximo número de caramelos y regalos a todos los otureños. Una cabalgata en la que a pesar del más tiempo la ilusión y la magia han estados presentes.
Muchos son los niños que miran ilusionados a los reyes, y también son muchos los jóvenes que siguen viviendo esta fecha con máxima ilusión. Así, Noelia Zurita recuerda cómo era ella la que hace unos años subía emocionada a recoger sus regalos de mano de sus majestades de oriente. Por su parte, para Joaquín Urbano el mejor momento es “cuando te despiertas y ves todos los regalos bajo el árbol”. Susana Velasco también espera con ilusión desenvolver los regalos y Helena Moreno tiene doble celebración en el día de hoy: regalos de Reyes y de cumpleaños.
A la vuelta el Almacén de los Ajos se vuelve abrir para que Melchor, Gaspar y Baltasar hagan entrega de regalos a los otureños. Los balones y los juguetes vuelan del escenario a las manos de los cientos de niños emocionados que se encuentran en el lugar.
Una primera parada antes de que los Reyes visiten todas y cada una de las casas del municipio. Ahora sólo hace falta dejar tres copas de anís, mantecados y un cubo de agua para los camellos.
¡Feliz día de Reyes a todos!