Roscos fritos, torrijas, leche frita o flores son los dulces tradicionales para consumir durante las vacaciones
Laura Velasco- Otura
La llegada de la Semana Santa es una época cargada de tradiciones. Las costumbres no sólo se viven en las calles con los pasos sino que también llegan a los fogones.
Así, entre los sabores dulces más aclamados durante las vacaciones se imponen los roscos fritos, las torrijas, la leche frita o las flores. Un conjunto de sabores que cualquier vecino puede elaborar en su casa durante estas fechas.
Sin embargo, hay un dulce que predomina sobre los demás y es el caso de los roscos fritos. Una receta que ha ido pasando de generación en generación y que hace que en cada hogar este dulce coja un toque especial pero dentro de una misma esencia.
La otureña Elvira Porcel recoge la receta de este dulce tradicional en su libro “Cocina granadina de siempre”.
Ahora sólo hay que poner las manos en la masa para disfrutar de la Semana Santa con un poco de dulce en el paladar.
Ingredientes:
- 6 huevos.
- 200 gr de azúcar.
- Un vaso de aceite de oliva frito y frío (200 cc).
- La ralladura de un limón.
- El zumo de una naranja (si es pequeña de dos).
- Medio vaso de agua.
- Una copita pequeña de anís.
- Un sobre de levadura Royal.
- Un sobre de gasificante “El Tigre”.
- Harina: la que se lleve para que quede una masa consistente que permita coger trozos pero que no esté demasiado seca (casi 1 kg).
- Aceite de oliva abundante para freírlos.
Elaboración:
- Se pone el aceite a calentar con un trozo de cascara de naranja mientras hacemos la masa.
- Se ponen los huevos en un bol, se baten y se añade el agua, el aceite, el zumo de naranja y la ralladura de limón. Se mezclan bien los ingredientes.
- Se añade el azúcar, el gasificante y se mueve bien hasta que se vea que se ha deshecho.
- Se pone la levadura y se le va añadiendo poco a poco la harina hasta que se vea que la masa queda consistente para poder hacer la forma de los roscos, que no quede muy seca y dura. El punto está en mojarse de vez en cuando las manos en aceite para que cueste poco darle forma a los roscos.
- Una vez hecha la forma de los roscos se fríen en abundante aceite.
- Sacarlos y dejar que escurran sobre papel de cocina.
- En un cazo se pone anís y el doble de agua. Se hierve para homogeneizar la mezcla y se deja enfriar.
- En un plato se pone azúcar para rebozar con un poco de canela y se mezcla bien.
- Se mojan los roscos fritos en la mezcla de agua y anís. Se escurren bien y después se rebozan en el azúcar con canela.